El origen de esta serie
se remonta al momento en que leí el texto siguiente:
"El descubrimiento
de un nuevo cometa, una nueva "droga mágica" o la formulación de un
nuevo concepto sobre la materia no es nunca la obra de un solo hombre de
ciencia. es, más bien, la culminación de los esfuerzos de incontables
investigadores que, a menudo sin distinción ni recompensas, han trabajado en el
transcurso de los años para lograr que progresen las fronteras de la ciencia.
Así, por ejemplo, un hombre inventa un microscopio, años después, un hombre de
ciencia, con la ayuda de un microscopio, observa organismos pequeñisimos a los
que más tarde da el nombre de microbios. Otro investigador demuestra entonces
que existe una relación entre esos microbios y la enfermedad. Continúa la
cadena de descubrimientos, y las generaciones posteriores de científicos,
basándose en lo que se ha conseguido antes, descubren, las maneras de destruir
y dominar los microbios nocivos (y aprovechar a los benéficos). Este proceso de
dependencia recíproca en el progreso científico no sólo es verdadero en la
medicina, sino también en la astronomía, la química, la física y, en general,
en todas las disciplinas científicas". (100 grandes científicos. Breves
biografías de los científicos más grandes del mundo. De Hipócrates a Einstein.
Jay E. Greene. Editorial, Diana, México, 2001).
Hoy, más que nunca, es
vigente la afirmación de Sir Isaac Newton: "Sí he logrado ver más allá que
otros hombres, es porque he estado a hombros de gigantes".
Motivado por estas
ideas, inicia la búsqueda de información acerca de los hombres y mujeres
dedicados a la ciencia. La re-lectura de Cazadores de microbios, de Paul de
Kruiff, fortaleció aún más mi gusto por conocer más acerca de la forma en que
los constructores del conocimiento hacen su trabajo. La recolección de materia
prima fue lenta y apasionante pero también tuvo sus etapas difíciles. Un dato
de aquí, otro de allá y el panorama se completaba. Nada que ver con la imagen
que transmiten los medios de información.
Luego de mi búsqueda me
quedó claro que ellos, los constructores del conocimiento, pertenecen a un
grupo de seres humanos que tuvieron la habilidad y el valor para cuestionar el
orden establecido y aparentemente inamovible, y ofrecer una nueva visión del mundo.
También encontré que algunos los llaman inventores, otros dicen que fueron
científicos. Hay quienes los considera seres estrafalarios, distraídos y hasta
locos. Ellos, ellos son simplemente seres humanos con virtudes y defectos,
aciertos y errores. Revisar la historia de la construcción del conocimiento
científico es adentrarnos en los sueños e ilusiones de los seres humanos. Cada
inventor, científico o investigador trata de corregir, reorientar y retomar lo
hecho por sus colegas. Cada adelanto presentado es el resultado de una serie de
aportaciones en las que intervienen diversas personalidades. Ninguno de ellos
ha trabajado de manera individual y tampoco parte de la nada. Ninguno tiene, ni
tendrá, la respuesta definitiva. Pero cada nueva solución trae consigo un nuevo
problema . Y cada nuevo problema representa la oportunidad para poner en
práctica la imaginación y creatividad del ser humano para cuestionar lo
establecido, lo aceptado y lo considerado como verdadero. Claro, el fracaso es
una constante y es necesario saber aceptarlo.
Pero ¿qué hacer con esta
materia prima? Sin duda estaba frente a la oportunidad de unir dos de mis
pasiones: la radio y la divulgación del conocimiento científico.
A pesar del optimismo,
el resultado no fue alentador y todo quedo en eso: un proyecto. Por supuesto,
en lo personal considero que el aprendizaje fue invaluable debido a que en los
programas se incluyeron todos los recursos del lenguaje sonoro.
En este mismo año
(2002), se modifica el proyecto y se presenta una versión mucho más corta y, al
parecer, más interesante desde el punto de vista radiofónico. Se mantiene la
idea pero por diversas razones cambia el nombre a: La ciencia, un
método para la sobrevivencia. Nombre muy largo y nada atractivo pero que
permitía dejar en claro la importancia que la ciencia ha tenido, y tiene, en
las actividades cotidianas de la población. La serie se transmitió por diversas
estaciones radiofónicas universitarias y culturales de nuestro país.
En el 2006 se presenta
la oportunidad de retomar el concepto Constructores del conocimiento.
La radio ciudadana, estación perteneciente al Instituto Mexicano de la radio
publica la convocatoria para participar en el Tercer Concurso de
Proyectos Ciudadanos. Se presenta el proyecto respectivo, pero ahora como
una revista radiofónica. Después de varias reuniones con el doctor Salvador
jara Guerreo, entonces presidente de la Sociedad Mexicana para la Divulgación
de la Ciencia y la Técnica y director general del Consejo Estatal de Ciencia y
Tecnología, del estado de Michoacán, acordamos que éste último aportaría el
presupuesto para la realización del programa piloto y que, posteriormente, se
buscarían recursos en otras dependencia y que se podía contar con el apoyo de
la SOMEDICYT. Escribir, coordinar y realizar un programa de una hora en
solitario era una locura pero ya estaba embarcado y había que salir
adelante. Busqué a los colegas del IPN (Octavio Plaisant, José Luís
Carrillo y Jorge Rubio) Luego de varias reuniones quedo claro que no les
interesaba el proyecto y el dieron vueltas y largas al punto. Sólo José Luis
cumplía los acuerdos de entregar material escrito. El tiempo para presentar el
proyecto se acortaba y no había avances significativos así que no había más que
agarrar al toro por los cuernos. En estas condiciones escribir un guión piloto
de 58 minutos de duración fue toda una hazaña pero aún faltaba lo más
estresante: realizar el programa. Ni modo, ahí me tienes consiguiendo estudio y
hablando con locutores conocidos para que le entrarán al quite. Finalmente el
proyecto y el programa piloto es entregado en tiempo y forma en las
instalaciones del Instituto Mexicano de la Radio. Ahora sólo quedaba esperar
los resultados.
Constructores es
aceptado como un proyecto independiente. Sin embargo, ya no fue posible
establecer contacto con el doctor Jara. ¿Qué hacer frente a este panorama nada
alentador? ¿dejar perder el espacio o buscar opciones para aprovecharlo?
Después de todo yo tenía mucho tiempo libre...pero no había dinero. ¿Hacer
programas de manera gratuita? Pensar...pensar...y buscar opciones.
Constructores ya tenía
fecha para salir al aire pero no había condiciones para hacerlo. ¿Perder el
espacio? En febrero del 2007 me incorporé al área de radio de la Universidad
Pedagógica Nacional. Esta institución ya tenía varios años, más o menos 6 ó 7
sin un espacio radiofónico así que pensé, ingenuamente, que no estaría mal
invitarlos a participar. Se junto la comida y el hambre. Sin embargo, mi gesto
de buena voluntad se confundió y el invitado salió respondón. ¡Querían apropiarse
de mi proyecto a la malagueña! Alejandro Gallardo Cano, en ese tiempo
subdirector de comunicación audiovisual, lo ofreció como un espacio de la UPN y
durante los primeros 7 programas se incluyo únicamente información de esta
Universidad.
De pronto un barco
diseñado, construido y dirigido por un sólo capitán ya tenía una tripulación de
8 marineros y un nuevo capitán. El capitán original estaba solo, y en
territorio enemigo, no estaba indefenso porque estaba bien preparado para la
batalla. Conocía los riesgos pero estaba dispuesto a defender su creación.
Había que controlar el motín a bordo y bajar a los intrusos. Lo más sensato era
negociar y dejar el enfrentamiento directo como último, y único recurso. Era
indispensable conseguir otra tripulación para la batalla. Había un as bajo la
manga y debía ser utilizado de manera eficaz.
Una vez más los de
Zacatenco no le entraron así que habría que buscar apoyo en otro territorio.
Tres ciudadanos libres e independientes aceptaron el reto. Ana Paola Romero
García, Arcadio Monroy Ata y Maribel Flores, se unieron al solitario capitán.
El enfrentamiento en las faldas del Ajusco era inevitable y ya era tiempo de
hacer un movimiento.
El invasor ignoro las
señales previas y un buen día sin previo aviso la UPN quedó fuera del programa.
El ambiente fue tenso y estresante pero no acepto negociar. Se fue por el
camino de la intimidación y el hostigamiento laboral. De nada valieron los
berrinches y pataleos. Con documentos oficiales en mano el capitán hizo valer
su liderazgo en el barco y demostró que el barco era independiente y no de la
UPN. El resultado era de esperarse: un amigo menos.
Un espacio de 60 minutos
a la semana en una estación de radio, sin duda es un gran escaparate y un
bocado apetitoso difícil de resistir. El caso que nos ocupa no fue la excepción
y en bastantes ocasiones se utilizó de manera incorrecta. Invitación a los
amigos, aunque no tuvieran resultados concretos, alumnos sin nivel para asistir
como invitados al programa, temas irrelevantes, promoción para la institución
donde se trabaja, etc. Ni modo, luego de 70 programas era necesario reorientar
o retomar el nivel del programa. Ahora el precio fue doble: perder a otro amigo
y al conductor. Defender proyector e ideas no es sencillo y muy pocos están
dispuestos a pagar el precio.
El 14 de mayo del 2007
iniciamos transmisiones con muchas esperanzas pero también con bastantes dudas:
¿podríamos mantener un programa de radio al aire con un presupuesto igual a
cero? ¿Los investigadores del Distrito Federal confiarían en nosotros y
asistirían al programa? ¿Tenía sentido enfrentar un reto de estas dimensiones
sin apoyo institucional? Cierto, no teníamos apoyo institucional pero si la
confianza de los responsables de una estación de radio. Constructores del conocimiento
había dejado de ser un proyecto para convertirse en una realidad. Ya no era
tiempo de dudar ni de preocuparse, sino de ocuparse. Después de todo, ¿cuántas
personas en este país pueden darse el lujo de realizar un programa de radio por
gusto, sin tener que rendirle cuentas al jefe o a la institución?
En el presente documento
describiré la forma en que 4 universitarios (2 comunicólogos: Ricardo López
Gutiérrez y Ana Paola Romero García, y dos biólogos Arcadio Monroy Ata y
Maribel Flores Estrada) enfrentan el reto de mantener una serie radiofónica al
aire.
La serie fue diseñada
por Ricardo López Gutiérrez, comunicólogo con más de 28 años de experiencia en
la comunicación de la ciencia y responsable de más de 25 series radiofónicas,
todas ellas dedicadas al desarrollo de temas científicos, tecnológicos y educativos.
Descripción de la serie
Constructores del
conocimiento es una serie radiofónica dedicada a la comunicación del
conocimiento científico. En ella se desarrollan temas relacionados con la
ciencia, la tecnología y la educación en sus diversas variantes (ambiental,
científica, tecnológica, sexual, etc). La serie fue diseñada para participar en
el Tercer Concurso de Proyectos Ciudadanos de Radio, emitida por el Instituto
Mexicano de la Radio, a través de la Radio Ciudadana. El compromiso inicial con
la citada emisora radiofónica del IMER, era por 6 meses, o sea, 24 programas.
Constructores del
conocimiento en Radio Ciudadana
La serie que nos ocupa
tiene una duración de 60 minutos, se transmite en vivo los viernes de 8 a 9 de
la mañana por la XEDTL Radio Ciudadana, en el 660 de A. M. La estación forma
parte del Instituto Mexicano de la Radio y tiene por objetivo promover la
cultura democrática y la participación ciudadana, a través de una programación
que privilegia el conocimiento, el análisis y la discusión de asuntos de
interés público. Radio Ciudadana está abierta a la participación de académicos,
especialistas, instituciones y organizaciones de la sociedad civil que quieran
dar a conocer sus preocupaciones, investigaciones, actividades y proyectos a la
ciudadanía.
Hasta finales de octubre
del 2008 se han transmitido 80 programas. En estas 80 semanas se cometieron
errores, se probaron géneros y formatos e incluso se precisó el tipo de
invitados que deberían asistir al estudio de transmisión. A continuación
ofreceré una breve descripción de cada una de las etapas, así como algunos de
los errores más notables que se cometieron. Cabe destacar que esta experiencia se presentó en el XVI Congreso Nacional de Divulgación de la Ciencia y la Técnica, desarrollado en la ciudad de Tepic, Nayarit, en el 2008.
Etapa 1 Mesa redonda
Durante los primeros 15
programas esta modalidad nos pareció atractiva y representó un reto conseguir
que 3 ó 4 invitados aceptaran asistir a la estación. Teníamos dudas de que
aceptarán, ya que, es pertinente recordar, que la relación de los
investigadores/científicos con los medios de comunicación no ha sido del todo
grata. Para nuestra sorpresa, la respuesta siempre fue positiva y cada viernes
teníamos en cabina a todos los expertos que, en la mayoría de las ocasiones,
venían de la misma institución. Los resultados no siempre fueron alentadores ni
gratificantes. Participaciones extensas, aburridas y el uso de un lenguaje
técnico, hacían recordar un salón de clase y no un programa de radio dirigido a
un público neófito en cuestiones científicas. Parecía un diálogo de sordos en
el que cada uno respondía lo que quería y no lo que se le preguntaba. Otro
error a destacar es que se invitó a diversos funcionarios y administradores de
actividades relacionadas con la ciencia, y su discurso siempre fue repetitivo,
monótono, de reclamos constante pero sin propuestas concretas. Los temas, por
supuesto, siempre quedaban inconclusos y la respuesta del público fue nula:
cero llamadas telefónicas. El resultado nos obligaba a modificar la estructura
de la serie, así como seleccionar mejor a los invitados.
Etapa 2 entrevistas y
enlaces telefónicos
En la segunda etapa
(programa 16 al 60) se disminuyó a 2 el número de invitados a cabina. Así
mismo, se incluyeron dos invitados vía telefónica. Estas modificaciones
permitieron desarrollar los temas con mayor profundidad y de una forma
coloquial y amena. Más que una entrevista, se desarrollaron charlas con los
invitados a quienes se le sugería el uso de un lenguaje coloquial y se les
pedía una explicación de los términos técnicos utilizados. La respuesta del
público poco a poco se hizo presente hasta promediar 7 llamadas en cada
programa.
Etapa 3 Noticiario
En la tercera etapa
(programa 61 al 80) ya no hay invitados en cabina: todo el programa se
desarrolla vía telefónica. ¿Un programa de radio en vivo sin invitados en
cabina? Parecía una locura pero el modelo funciona bien en la radio comercial
¿por qué no habría de ser de utilidad en un programa ciudadano que se transmite
por una estación estatal? Hasta finales de octubre del 2008 consideramos que el
cambio ha sido favorable pues ahora transmitimos un programa con formato de
noticiario. El ritmo es ágil y dinámico y en él se proporciona información
acerca de los diversos proyectos de investigación que se desarrollan en nuestro
país. En este formato sólo participan aquéllos investigadores que tienen resultados
concretos y que pueden ser de utilidad para solucionar problemas específicos de
la población mexicana. Esta variedad nos permite ofrecer un panorama amplio de
las aportaciones que en los diferentes campos de la ciencia se obtienen.
¿Cómo se definen los
contenidos?
Un breve recorrido por
el cuadrante radiofónico del Distrito Federal, permite darnos cuenta que en la
radio comercial predominan los charlatanes, los médicos naturistas, los
astrológ@s, adivin@s, personajes de la farándula, artistas incomprendidos y
locutores que hablan y hablan sin decir algo coherente. Los contenidos que
transmite este tipo de radio incluye recetas de cocina, chismes acerca de
supuestos artistas, dietas milagrosas para bajar de peso sin hacer ejercicio,
parodias de escándalos políticos, bromas de mal gusto, consejos de belleza para
hombres, mujeres y niños y bastantes noticiarios de política.
¿Y qué productos se
anuncian en la radio comercial? el muestrario es variado e incluye: productos
chatarra que afectan la salud humana, productos milagro que ofrecen curar las
más variadas enfermedades, bebidas energizantes que prometen hacer al cuerpo
más resistente, comida rápida de efectos cuestionables, música extranjera y un
largo etcétera.
En este contexto,
definir los contenidos que se transmitirán en Constructores del conocimiento no
ha sido una tarea sencilla, ni libre de obstáculos y nos ha obligado a
plantearnos las siguientes preguntas: ¿qué temas vamos a incluir en el
programa? ¿aquéllos de interés particular o los de interés colectivo?
¿contenidos de las ciencias duras o de las ciencias sociales?
Las discusiones al
interior del equipo han sido difíciles y en varias ocasiones ahn subido de tono
pero finalmente se llega a la conclusión que es pertinente: 1) buscar el equilibrio
entre contenidos de las ciencias duras y las sociales. 2) Evitar los temas de
interés particular y 3) darle prioridad a los que consideramos que pueden ser
de interés para la sociedad, es decir, los que se relacionan directamente con
las actividades cotidianas de la población mexicana.
Así mismo es inevitable
incluir aquéllos que son de actualidad y que generan polémica y que tienen
presencia en los medios de comunicación colectiva como las bebidas
energizantes, la obesidad, los productos milagro que dicen curar casi cualquier
enfermedad y un largo etc. Es pertinente aclarar que nuestra agenda temática no
está determinada por los contenidos que generan o transmiten otros medios, sino
por la trascendencia social de los temas y por el interés del público en los
mismos.
En Constructores del
conocimiento buscamos derribar mitos y creencias populares relacionados con la
charlatanería y el pensamiento mágico religioso. Tratamos de orientar a los
radioescuchas para que busquen la solución en la ciencia.
Definido el tema,
procedemos a realizar una revisión exploratoria de la literatura que se ha
escrito al respecto. Se revisa Internet, periódicos, revistas, boletines de
prensa, artículos de investigadores, programas de radio y televisión. Esta
revisión nos permite conocer el panorama general del tema seleccionado e
identificar las diferentes posturas que hay
Toda esta
información nos permite elaborar un cuestionario sólido e interesante desde el
punto de vista periodístico, en el que invariablemente, están presentes las
dudas e inquietudes del radioescucha. Desde la perspectiva de comunicación,
utilizamos la empatía, es decir, nos ponemos en el lugar del radioescucha para
tratar de identificar sus necesidades de información.
La siguiente etapa
consiste en ubicar a los especialistas en el tema, dónde trabajan y cuáles son
sus líneas de investigación concretas. Para cumplir con este objetivo nos
ponemos en contacto con los responsables de comunicación social y jefes de
prensa de diversas instituciones, tanto educativas como gubernamentales. En el
90% la respuesta ha sido favorable y, además de facilitar el contacto con el
especialista o el investigador, nos garantizan su participación en el programa.
Nuestros invitados son
especialistas que proporcionan información científica de primera mano y de una
manera clara, amena, coloquial y siempre relacionada con las actividades
cotidianas de los radioescuchas. El programa no está considerado como un foro
donde se invite a los amigos o conocidos. Por este motivo, no es raro que en un
mismo programa el radioescucha tenga la oportunidad de conocer las aportaciones
de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Instituto
Politécnico Nacional, de la Secretaría de Salud, del Instituto Mexicano del Seguro
Social y de la Comisión Nacional del Agua, entre otros.
La respuesta positiva de
los responsables de comunicación social y jefes de prensa de las diversas
instituciones educativas y gubernamentales y la aceptación de los
investigadores a participar en el programa, nos hace sospechar que ya confían
en el programa y que lo consideran serio.
La respuesta del público
La respuesta ha sido
interesante ya que, contrario a lo que se piensa, al público radioescucha sí le
interesan los programas dedicados a tópicos científicos. Este interés se ve
reflejado en las participaciones que hacen en cada una de las emisiones. Los
radioescuchas de Constructores del conocimiento preguntan, debaten, comentan y
cuestionan a los expertos que se encuentran en cabina. El recurso del teléfono
abierto nos ha permitido detectar que cuando el tema está relacionado con las
actividades cotidianas del radioescucha, éste se siente tomado en cuenta y
aumenta su participación en el programa. Por supuesto, también sugiere temas
que son de su interés o que le afectan directamente. En este punto es
pertinente mencionar que cuando se desarrollan temas relacionados con la salud
humana, los radioescuchas convierten el programa en una especie de
radio consultorio ya que hacen preguntas específicas, directas y concretas a los
especialistas que se encuentran en cabina. En estos casos, el cuestionario es
superado por la respuesta del público.
Otra observación
interesante es que en el programa se reciben llamadas del público que vive no
sólo en el Distrito Federal, sino también de los otros estados que reciben la
señal de Radio Ciudadana. En promedio se reciben entre 6 y 8 llamadas por
programa y 3 mensajes de texto.
En este sentido, es
posible afirmar que el programa es un espacio de convergencia donde los
investigadores comentan con el público los resultados de sus trabajos, así como
los beneficios que estos traerán a la sociedad. El público neófito en
cuestiones científicas, a su vez, tiene la oportunidad de expresar sus
inquietudes, comentarios y sugerencias directamente a los especialistas. Por lo
tanto, además de cumplir una función meramente informativa, Constructores del
conocimiento también orientar al público acerca de la forma en que la ciencia
podría ayudarle a elevar su calidad de vida. El radioescucha se comunica por
teléfono, por correo electrónico y también es frecuente que envíe mensajes de
texto.
Constructores del
conocimiento representa una experiencia ciudadana de comunicación de la
ciencia. Quienes participamos en ella, lo hacemos simplemente por gusto y en
nuestro tiempo libre, fuera de la jornada laboral y conscientes de que la
sociedad tiene el derecho a conocer el trabajo de los investigadores mexicanos.
Consideramos que ya es tiempo de superar la queja de que no hay presupuesto y
de que a los responsables de los medios no les interesa apoyar los programas de
radio dedicados al desarrollo de tópicos científicos.
Constructores del
conocimiento se ha mantenido como un programa independiente. Con plena libertad
para tratar los más variados temas, libre de presiones institucionales y sin
compromisos políticos. ¿Qué somos? ¿Divulgadores del conocimiento científico o
comunicadores de la ciencia? No hemos pensado en etiquetas y tampoco nos
preocupan. Simplemente valoramos el interés y el entusiasmo del investigador al
describir su trabajo y compartirlo con el público del programa. También
apreciamos las preguntas que el público plantea a los invitados en cabina.
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